Abrir una academia de idiomas es algo que no es excesivamente complicado. Hay que tener atención en los pasos previos (que te vamos a contar en este artículo), pero no tiene demasiada complejidad. Vamos a ver qué tenemos que hacer para montar una academia.
Ya sea estés pensando en abrir una academia de inglés o abrir una academia de apoyo escolar es posible que estos pasos, así como los requisitos te sean necesarios conocer, vamos con ello.
Abrir una academia de inglés
Lo primero (y quizá más importante) es saber qué es lo que queremos montar, si ya has decidido montar una academia de inglés ya has cumplido el primer paso (y tal vez más importante).
Debes valorar el material que necesitas para las clases, así como para alquilar de un local dónde se van a impartir. También vas a valorar si esto lo puedes hacer online, que es una muy buena opción.
Va a ser muy positivo que hagas un estudio de mercado, deberás conocer a tu competencia, así como tratar de entender dónde estás y las necesidades de mercado de las personas que van a ir a tu academia.
Tendrás que saber quiénes van a ser tus clientes, ya que no será lo mismo si diriges la academia hacia grupos de empleados o hacia niños, por nombrar dos colectivos como ejemplo.
Para abrir una academia de inglés necesitas una licencia, dependerá de la ubicación, de la superficie del local y de algunos factores más, lo recomendable en este caso es acudir a la administración de tu ciudad para informarte bien sobre ello.
Finalmente, también deberás contratar personal, y aquí no hablamos solo de profesores, sino también de personal administrativo además de algún tipo de personal gerente o alguien que haga la labor de representación. Por supuesto, deberás tener muy presente el marketing y saber cómo vas a actuar para que la academia se conozca lo más posible.
Abrir academia de apoyo y repaso escolar de inglés
En este caso, no vamos a tener mucha diferencia con la academia de inglés, la diferencia va a estar, fundamentalmente, en el tipo de profesores que vas a contratar, ya que estos tienen que estar formados y preparados para las materias que van a transmitir.
También tienes que buscar la licencia de apertura, cuyo precio varía en función de la comunidad autónoma dónde estés. El precio puede rondar entre los 200 € lo más barato y los 3500 € en los casos más caros+.
Toda la documentación acerca de la fundación de la empresa (o el alta cómo autónomo) así como las licencias de obras del local donde se van a impartir las clases son cosas también necesarias en este caso.
También deberás hacer un estudio de mercado, así como saber cuáles son las materias donde te puedes especializar para ayudar realmente a los alumnos que van a entrar en la academia.
Puedes buscar algún tipo de subvención, de nuevo, también dependiendo de la comunidad dónde vivas, podrás encontrar alguna opción al respecto.
En este sentido, se te abren dos opciones, o abrir a través de una franquicia, con una marca consolidada que te permite algo más de garantías de éxito (en todo lo que podríamos tener) o bien montar una academia por nuestra cuenta.
Franquicia de academias de idiomas
Esta es una buena oportunidad para montar un negocio relacionado con la educación. La principal ventaja es que contamos con la imagen de una marca, que es algo más consolidado de lo que podemos conseguir nosotros.
La “pega” es que deberemos mantener un proceso y un método de aprendizaje que no nos pertenece. En este punto deberás ser tú mismo quien decida con base en tus propios intereses.
Montar una academia de clases particulares
Esta es la “otra opción”, que es la de montar nosotros mismos absolutamente todo. Tiene la ventaja de que vamos a mantener el control de nuestras operaciones, pero no vamos a tener el apoyo de una marca más consolidada que la nuestra que tengamos al empezar la actividad.